El Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña (COFC) lanza una campaña centrada en las diferencias entre hombres y mujeres en relación con algunas cuestiones de salud. Con tal motivo, se han difundido materiales con la imagen de ambos sexos en relación con los síntomas del infarto. Un buen ejemplo para explicar las diferencias que puede haber entre ellos, algo que solo el 39 por ciento de las mujeres reconoce.

A los habituales síntomas de dolor en el pecho o brazo izquierdo, náuseas o dificultad para respirar en hombres, se unen en las mujeres fatiga, dolor de estómago, presión en el pecho o malestar en la garganta. Cuestión que se recoge en la gráfica de la campaña para plasmar esta diferencia.
Lo cierto es que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en nuestro país en la población femenina. De ahí que la Sociedad Española de Cardiología alertara en los últimos años con el cálculo de que cada 8 minutos fallece una mujer en España por esta causa.
La doctora Ana I. Álvarez Juárez, del HM Modelo-Cardiomodelo, indicó esta mañana en la presentación que “la mujer tarda 90 minutos más de media en pedir ayuda que el hombre”. Además, y haciendo alusión al refrán el tiempo es oro, recordó que en un infarto “el tiempo es tejido salvado”. La cardióloga también repasó los factores de riesgo como el tabaco y la diabetes, hizo alusión a la relación entre estas enfermedades y los ciclos de la mujer, y recordó que estos problemas se presentan por lo general diez años más tarde que en los hombres.
Según datos difundidos con motivo de la jornada Woman Warning, de la Fundación para la Investigación en Salud, en nuestro país, las enfermedades cardiovasculares superan al cáncer en número de fallecimientos en las mujeres, que además, están infradiagnosticadas. Por un lado, es frecuente que acudan tarde al sistema sanitario puesto que tienen una menor conciencia de la importancia de la atención a su propia salud y por otro, a menudo, no relacionan sus síntomas con la enfermedad cardiovascular.
A estos datos hizo referencia Sara Catrain, presidenta del COFC, que destacó esta campaña informativa como una de las más importantes llevada a cabo por el colectivo, recordando además que el sector tiene un porcentaje femenino mayoritario. La farmacéutica hizo alusión al sesgo de género en la investigación experimental, basada tradicionalmente en animales macho, y la escasa representación femenina en los ensayos clínicos.
En relación con los tratamientos para enfermedades cardiovasculares, destacó Catrain, “encontramos que a menudo las mujeres se encuentran infratratadas o tratadas de manera inadecuada, debido a que las pautas tradicionales de dosificación no se ajustan o no contemplan las diferencias anatómicas y fisiológicas, situaciones vinculadas al ciclo vital femenino o efectos adversos más altos con algunos tratamientos”.
Por su parte, Ángel Concheiro Nine, presidente de la Real Academia Gallega de Farmacia, hizo un repaso por las últimas décadas en materia de ensayos y estudios clínicos, explicando causas tradicionales de no incluir experimentación en mujeres como un modo de protegerlas, sobre todo en caso de embarazo, de los efectos nocivos de estos ensayos. Sin embargo, el farmacéutico señaló como hito importante, en 1993, que el Instituto Nacional de Salud de EEUU estableciera la obligatoriedad de incluir a las mujeres en ensayos clínicos con fondos públicos. Así como medidas posteriores que han ido logrando que la participación actual se acerque al 50 por ciento en los últimos años.